Al compás de tus caderas
Son dos flores en el jardín dos luces en el firmamento
Una llamada en la noche un lamento en el silencio
Un brindis a media noche sin tu corazón
Con la mano en el pecho mis caderas bailan a los compás
De tus acordes desordenados en la noche de San Juan.
En el suelo los pies cobardes del imperfecto amor
Que tras miradas en el alma se muestra el cortes
Como un atisbo de pasión los ojos muestran el brillo
Dando comienzo a una emoción, un sentimiento
Que flota en el aire sin responder al fuego fatuo.
Puede pasar puede envolverte pero al cruzar las manos
Tan solo con cerraras los ojos tu siempre estarás
Puede que el olvido aparezca en el alba
Pero tras la noche tu sonrisa y tus manos me perseguirán
Como si de ellos tratara mi felicidad.
Quisiera olvidar, ser tu musa, tu truhan, morir en el deseo
Resucitar en tu mirar de ojos traviesos desatando
En el interior más remoto el pícaro y desencadenado amor.
Un beso una caricia un destello una sombra en la faz
Un susurro una lamentación de tu cuerpo en el alba
De la separación hasta la próxima de las semanas.
Secuestra a mi conciencia mientras besas mis labios
Desata mi locura recuérdeme que es el amar
Mientras nuestras manos se rozaron
Se desencadenaron dos estrellas fugaces
que desatan en el compás de tu peligroso andar.
Son dos flores en el jardín dos luces en el firmamento
Una llamada en la noche un lamento en el silencio
Un brindis a media noche sin tu corazón
Con la mano en el pecho mis caderas bailan a los compás
De tus acordes desordenados en la noche de San Juan.
En el suelo los pies cobardes del imperfecto amor
Que tras miradas en el alma se muestra el cortes
Como un atisbo de pasión los ojos muestran el brillo
Dando comienzo a una emoción, un sentimiento
Que flota en el aire sin responder al fuego fatuo.
Puede pasar puede envolverte pero al cruzar las manos
Tan solo con cerraras los ojos tu siempre estarás
Puede que el olvido aparezca en el alba
Pero tras la noche tu sonrisa y tus manos me perseguirán
Como si de ellos tratara mi felicidad.
Quisiera olvidar, ser tu musa, tu truhan, morir en el deseo
Resucitar en tu mirar de ojos traviesos desatando
En el interior más remoto el pícaro y desencadenado amor.
Un beso una caricia un destello una sombra en la faz
Un susurro una lamentación de tu cuerpo en el alba
De la separación hasta la próxima de las semanas.
Secuestra a mi conciencia mientras besas mis labios
Desata mi locura recuérdeme que es el amar
Mientras nuestras manos se rozaron
Se desencadenaron dos estrellas fugaces
que desatan en el compás de tu peligroso andar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario